Capítulo 322. La maternidad Ignaz Semmelweis

Hoy hemos inaugurado en New Gon City la maternidad pública "Ignaz Semmelweis" en homenaje al genial e incomprendido médico húngaro, al que todas las madres tienen tanto que agradecer. Ignaz Philipp Semmelweis nació en 1818 y fue estudiante de medicina en Viena y Pest. Tras formarse como obstetra, trabajó en una de las maternidades del Hospicio General de Viena, donde fue testigo directo de las altas tasas de mortandad por fiebre puerperal en las parturientas de su tiempo. En los tiempos de Semmelweis, hasta el 30% de las madres morían tras el parto sufriendo fuertes dolores y fiebre intensa.

Inquieto e insatisfecho, Ignaz libró una obsesiva batalla contra las cifras de mortalidad postparto de su época. A pesar de que se desconocía la existencia de microorganismos como agentes infecciosos, Semmelweis observó que lavarse las manos antes de asistir en un parto reducía considerablemente el número de muertes entre las mujeres. En octubre de 1846 decidió instalar un lavabo en la sala de partos obligando a todos los estudiantes a lavarse las manos antes de asistirle. Por este motivo, fue despedido y denostado por su supervisor que no compartía sus opiniones. Pero Ignaz no se rindió.

En los años posteriores desarrollará una solución antiséptica de cloruro de calcio y extenderá su uso a todas aquellas personas que examinan a mujeres embarazadas. El sencillo protocolo de Semmelweis redujo la tasa de mortalidad por fiebre puerperal al 0.23%. Sin embargo, los principales cirujanos y obstetras de su época se niegan a aceptar su descubrimiento y vuelve a ser despedido de su puesto en la maternidad del Hospicio General de Viena. Pero Ignaz siguió sin rendirse.

Contra la corriente de pensamiento imperante escribirá en secreto su gran obra: "De la etiología, el concepto y la profilaxis de la fiebre puerperal" y trabajará, como profesor de la Maternidad del clínico de la Universidad de Pest, donde eliminará por completo la mortalidad por sepsis puerperal. A pesar de todo, Semmelweis moriría en 1965 arrinconado por su gremio y sin los honores que hubiera merecido. Por eso se los rendimos en New Gon City. Por eso todos los newgonkinos nos quitamos el sombrero ante su historia.




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