Capítulo 183. La paradoja de Charles y Abbott

Si se casara, anotó a lápiz un Charles Darwin de veintiocho años en el dorso de unos sobres, nunca llegaría a ver América; no aprendería francés; no subiría a un globo aerostático; nunca haría un viaje solo a Gales; se vería obligado a dar un paseo diario con su mujer; no le quedaría mas remedio que ir a visitar y recibir familiares; se vería obligado a ceder en todas las menudencias; no podría leer por las noches; se convertiría en un hombre gordo, ocioso, angustiado y responsable; nunca tendría dinero para comprar libros; Londres le estaría vedado; quedaría atrapado en Londres; se vería expuesto a los gastos y las preocupaciones que acarrean los hijos; se sentiría en la obligación de trabajar para ganar dinero, sobre todo si tuviera muchos niños; no le quedaría mas remedio que recibir visitas y formar parte de la Sociedad; oiría la cháchara de las mujeres; no tendría suficientes libros; le faltaría la libertad necesaria para ir donde quisiera; no disfrutaría de la conversación de hombres inteligentes en los clubes; incurriría, sobre todo, en una terrible pérdida de tiempo. 

Darwin se casó antes de que transcurriera un año. Él y su mujer, Emma Wedgwood Darwin, engendraron diez hijos, tres de los cuales murieron siendo niños. Después de muchos años, escribió a propósito de Emma: "Ha sido mi mayor bendición, y puedo afirmar que en toda mi vida no le he oído pronunciar ni una sola palabra que habría preferido no escuchar [...]. Me asombra ser tan afortunado de que ella, infinitamente superior a mí en todos y cada uno de los atributos morales, accediera a ser mi esposa. Me ha aconsejado sabiamente y me ha consolado con alegría durante toda mi vida".

"A propósito de Abbott"
Julio, Capítulo 28
Chris Bachelder

PS. "A propósito de Abbott", es una novela cínica e inteligente que me regaló Madame George sobre el contradictorio mundo de la paternidad. Construída sobre relatos cortos es políticamente incorrecta y de un realismo despiadado. Muy recomendable para padres imperfectos y, especialmente, para todos aquellos ingenuos y temerarios que se plantean reproducirse en algún momento. Leedla si quereis saber qué es lo que os espera al otro lado de la frontera. 

Comentarios