Capítulo 59. Un secleto en el bolsillo.

Andrius me regaló hace unos meses un llavero de arcilla con su nombre escrito. Lo había hecho él mismo y lo había pintado de un color azul metálico de lo mas chisporroteante. Cuando le di las gracias por el llavero, Andrius me dijo: "Es un secleto". Andrius no entiende aún que una vez que se ha hecho un regalo éste deja de ser secreto. Pero no importa. Desde aquel día siempre llevo el 'secleto' en un bolsillo y Andrius me lo pide de cuando en cuando refieriéndose a él como "nuestro secleto".

Con el tiempo, un par de inesperados viajes por la lavadora han convertido el 'secleto' en una pegote de arcilla de aspecto innombrable que, sorprendentemente, aún mantiene vestigios del azul refulgente que Andrius eligió para decorarlo. Es 'pa' verlo. Un objeto de culto. Una maravilla del expresionismo abstracto que aún permanece en mi bolsillo.

Hoy me tocaba el reconocimiento médico del curro. Me hicieron tumbarme en una camilla para auscultarme y el 'secleto' resbaló desde mi bolsillo quedándose sobre la camilla. Cuando acabé el reconocimiento lo eché de menos al vestirme. Teníais que haber visto la escena del médico preguntándome cosas mientras yo buscaba disimuladamente el 'secleto' por toda la consulta con la mirada. Al final lo ví sobre la camilla y, mientras el doctor mostraba un gran interés por mis antecedentes clínico-familiares, yo andaba pensando en cómo recuperar discretamente aquella pequeña masa amorfa pseudoazulada. Finalmente, con un movimiento rápido de muñeca recuperé el 'secleto' mientras me despedía afablemente del desapercibido doctor. 

Al salir de la consulta me sentí como Indiana Jones escapando con el Ídolo de Oro en aquella mítica escena de "En busca del Arca Perdida". Así que, cual arqueólogo aventurero miré triunfante mi trofeo y pensé: "He aquí el 'Secleto de Andrius'. La pieza arqueológica mas horrible que la humanidad ha conocido. Ningún museo la querrá. Ningún coleccionista la comprará. Pero su valor es incalculable. Es un tesoro único. Y, por encima de todo, es nuestro secleto."